Celestenautas otro lugar maravilloso de ocio y diversión, donde disfrutamos
con nuestros amigos/as y familiares, es la montaña, pues vamos a ver un un cuento y
juegos, actividades lúdicas diversas que
podemos realizar durante el verano en la montaña.
CUENTO LA MONTAÑA Y PÁJARO, cuento sobre la amistad y lealtad narrado por nuestra cuentacuentos Beatriz Montero.
CUENTO
LA MONTAÑA Y EL PÁJARO
Hace
muchos años, en un lugar muy lejano, vivía una montaña solitaria y estéril. La
montaña estaba terriblemente sola. Veía salir y ponerse el sol, el día y la
noche. Pasaban las estaciones: primavera, verano, otoño e invierno y nadie se
acercaba a ella. Veía alejarse a las nubes, y cómo la lluvia caía en silencio.
Aún así, la montaña intentaba comunicarse hablando en alto:
-
¡Hooolaaa! ¡Hooolaaa!
Pero
nadie le contestaba, hasta que un día, mientras observaba a una bandada de
pájaros volando por ella, de repente, sintió que uno de aquellos pájaros se
pasaba en su hombro. Y comenzaron a hablar... El pájarito le contó historias de
los lugares que había visitado, las cosas que había visto, y que es lo que
sentía al dominar los cielos y conquistar el espacio. La montaña escuchaba
embelesada, pero pronto llegó el día en que el pequeño pájaro tenía que
reunirse con su bandada y proseguir su viaje. Pero prometió volver al próximo
año con nuevas historias.
La
montaña suspiró y esperó con impaciencia a que el pájaro regresara.
Y
al año siguiente, el pájaro cumplió su promesa. Y lo siguió haciendo año tras
año, contando historias emocionantes de todo lo que había visto. Y así, la
montaña ya no se sentía ni triste ni sola, porque tenía un amigo que le era
fiel y leal.
Sin
embargo, el pájaro se fue haciendo mayor y un día le dijo a la montaña:
-
Me estoy quedando mayor y el año próximo mis alas ya no podrán soportar un
viaje tan largo. Así que esta será mi última visita, amigo.
La
montaña, de triste y apenada, casi se puso a llorar. Pero el pájaro la consoló
diciendo:
-
No te preocupes, mis hijos vendrán a visitarte y te contarán las aventuras de
sus viajes.
Volvió
a caer la lluvia en silencio y las nubes se alejaron después de la montaña.
Hasta que un día una bandada de pájaros volvió a aparecer cerca de ella y tres
pájaros jóvenes se posaron en su hombro y empezaron a contarle nuevas y
curiosas historias. Eran los hijos del pájaro amigo de la montaña.
Y
así fue como la montaña no volvió a quedarse sola. Cuando los tres pájaros se
hicieron mayores mandaron a sus hijos a hacerle compañía a la montaña, y luego
fueron los hijos de sus hijos... Y la montaña siempre ha podido contar con la
compañía y las historias de sus pequeños amiguitos.
Y
colorín, colorado, este cuento se ha acabado...
Respondamos:
- ¿De quién se hizo amiga la montaña?
-¿Qué paso cuando el pájarito se
hizo mayor?
-¿La montaña siempre pudo contar con la compañía de sus pequeños
amiguitos?
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